El artículo “Sobre «subculturas femeninas» (I)” se redactó entre noviembre de 1979 y enero de 1980; casi inmediatamente después de la nota editorial para mientras tanto nº 1, “Sobre las contradicciones del feminismo”. Del proceso de redacción de este texto han quedado una versión manuscrita y dos versiones mecanografiadas por Manuel Sacristán. Relacionadas con este proceso, se publican dos cartas de Rosa Rossi que hacían referencia a la nota para el primer número de mientras tanto y al interés de un enfoque global del tema de la subcultura femenina que al parecer Giulia estaba preparando.

El texto se publicó como la primera parte de un trabajo más amplio que Giulia Adinolfi ya no llegó a realizar. En el artículo publicado no se incluyó un fragmento final que enlazaba con el tema del trabajo doméstico. Esta última parte del redactado se publicó por primera vez en 2004, en el nº 94 de mientras tanto.

“Sobre «subculturas femeninas»” era la continuación de la tarea que Giulia había propuesto para superar la paralización del movimiento feminista. Era, a su vez, el inicio de la exploración de los elementos presentes en la subcultura femenina que podían tener una validez universal y que, por consiguiente, las mujeres debían proponer al resto de la humanidad.

En el artículo, Giulia Adinolfi explicaba la elección del término “subcultura femenina” para nombrar la realidad diversa -cronológica y espacialmente cambiante- del ser mujer. En sintonía con la producción teórica feminista de otras autoras en los años setenta, Giulia distinguía entre el sexo biológico y la construcción social e histórica que configura el ser mujer en una determinada cultura.

Particularmente interesante era su argumentación de la elección del término cultura frente al de ideología que era el que se usaba con mayor frecuencia. Mientras el término ideología, decía Giulia, aludía a un conjunto de ideas impuestas por el patriarcado para inspirar determinadas conductas en las mujeres, el término cultura comprendía una serie de elementos materiales, de costumbres y de experiencias que no eran sólo resultado de aquella imposición, sino también fruto de una profunda elaboración por parte de las mujeres. La elección de Giulia Adinolfi hacía referencia a una realidad femenina compleja que no estaba enteramente ocupada, o colonizada, por el patriarcado. Las mujeres, pues, no estaban abocadas a usar las herramientas del opresor o a empezar de cero; contaban con el bagaje de su propia cultura, hasta entonces subalterna, para ofrecer alternativas liberadoras al conjunto de la sociedad.

Documentos