El texto de Giulia Adinolfi, “Per un plantejament democràtic de la lluita de les dones”, fue publicado con el pseudónimo “Lluïsa Vives” en el nº 12 de la revista clandestina Nous Horitzons del cuarto trimestre de 1967. Entre 1967 y 1971, Giulia Adinolfi formó parte de la redacción de la revista junto con Josep Fontana, Xavier Folch, Josep Ferrer, Josep Termes y Manuel Sacristán que era el director. El texto original de la autora se ha perdido conservándose sólola traducción catalana que en su momento estableció Carme Vilaginés.

Lo que conocemos acerca de la gestación de este texto procede de la “Nota preliminar” que la misma Giulia escribió para Papers. Revista de sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuando el año 1978, en su número 9, reprodujo el artículo. En la nota decía: “El texto, en efecto, más que la expresión de un punto de vista personal, es el resultado de una experiencia de lucha concreta y de una larga discusión de un colectivo del PSUC [Partit Socialista Unificat de Catalunya].“

La experiencia a la que alude Giulia Adinofi es la del Moviment de Dones Democràtiques de Catalunya que, a mediados de los años sesenta del siglo XX, promovió el PSUC y que Giulia dirigió. El Moviment de Dones Democràtiques se propuso agrupar de forma clandestina a mujeres obreras, amas de casa, profesionales y de clase media trabajando a través de iniciativas en el ámbito cultural (charlas, exposiciones, etc.) que se hacían bajo el paraguas de entidades legales. El núcleo de mujeres del PSUC que animaba este movimiento se constituyó como grupo de lectura, reflexión y diseño de líneas de actuación que luego se debatían en los grupos más amplios.

En unos años en que en España era casi inexistente la reflexión sobre la emancipación de las mujeres -sólo Lidia Falcón y Mª Aurèlia Capmany habían abordado el tema-, Giulia se dio cuenta de que la recuperación de la conciencia democrática supondría un nuevo despertar del feminismo. La orientación que Giulia aportó a este movimiento fue la búsqueda de una perspectiva propia y específica de las mujeres en la lucha por la democracia. Esta orientación superaba ampliamente los propósitos de la dirección del PSUC ya que rechazaba la instrumentalización de las mujeres que practicaban los partidos y defendía la autonomía política del movimiento de mujeres. Precisamente por esto, el texto se convirtió en un referente para las mujeres comprometidas con el feminismo.

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